domingo, 10 de noviembre de 2013

El año litúrgico





          Nuestra vida está marcada por la semana de siete días y por los meses y los años. Cada semana la comenzamos el domingo y la terminamos el sábado. Cada año lo comenzamos el 1 de enero y lo terminamos el 31 de diciembre.
          Así sucede también con la liturgia, pues tiene su “año”, como el año civil.

¿Qué es el año litúrgico?
          El año litúrgico es un conjunto de tiempos y de fiestas, caracterizados por la memoria actualizada de los misterios de la vida de Cristo, al que se unen la conmemoración de la Virgen María y de los santos.
          El centro de todo el año es Jesucristo, de Cristo parte la celebración y a Él vuelve. Él es la clave para entender la Historia de la Salvación, desde la creación del mundo, hasta la consumación de esa historia (Ef 4, 13). Cristo es el centro y el protagonista de todo el año litúrgico.
          El cristiano entra en contacto con todos y cada uno de los misterios salvíficos de la vida de Jesucristo, especialmente de su Muerte y Resurrección a través del año litúrgico, no como un simple recuerdo, sino como actualización, aquí y ahora, de su Salvación.

El año litúrgico y el Misterio Pascual
1. El ciclo pascual, que incluye el Triduo Pascual, el tiempo de Pascua y el Tiempo de Cuaresma, que lo antecede. El Ciclo Pascual tiene como núcleo original la Vigilia Pascual. Se prolonga a lo largo de los 50 días que llegan hasta Pentecostés, que significa “50”, es decir, siete semanas de siete días. Como preparación, se va formando un período de 40 días, la Cuaresma (del latín “quadragesima” o cuarenta). Al mismo tiempo, la Vigilia Pascual, que a continuación dio origen al domingo de Ramos y, por consiguiente, a la Semana Santa.
2. El ciclo de Navidad. La fiesta de Navidad o Natividad, no nació sino hasta el siglo IV. De hecho, era una manera de recuperar las fiestas paganas del solsticio de invierno, ya que nada nos indica que Jesús nació un 25 de Diciembre. Lo mismo ocurrió con la epifanía o manifestación del Señor en Oriente, donde se celebraba el solsticio el 6 de Enero. Esta fiesta la conocemos como la fiesta de los santos reyes. Finalmente, la fiesta de la Presentación del Señor (la “Candelaria”), es una prolongación de las fiestas de Navidad, aunque generalmente se celebre en el Tiempo Ordinario, antes de Cuaresma.
Incluso en Navidad celebramos el Misterio Pascual
          No perdamos de vista que la pascua semanal es el domingo, tanto si es el primer domingo, como el día de Epifanía o el domingo XXIII del Tiempo Ordinario. En todos celebramos siempre a Jesucristo, muerto y resucitado. Cristo Resucitado es el sol que ilumina todo el año litúrgico. Es él el que hace brillar, a lo largo del domingo y de las fiestas, cada una de las facetas de los misterios de la fe.
          En la práctica esto tiene que ver mucho. Por ejemplo, pongamos el ejemplo de Navidad, tan popular entre nosotros, pero que, desafortunadamente, la gente piensa que es la fiesta más importante incluso más que la Pascua y que la Semana Santa. Una celebración que no “despegara” de la imagen del niño Jesús, no iría en el sentido de la fe, pero se vería gravemente mutilada si no se contemplara, al mismo tiempo, el destino del Hombre Dios, que adquiere toda su dimensión en el sacrificio pascual.
          Por otra parte, si nos fijamos en los datos de la liturgia, no podemos mutilar el misterio de Navidad, ya que celebramos en &e �acute;l la Eucaristía, que es la Pascua de Cristo. Podemos decir que el año litúrgico es una “anámnesis” perpetua. “Anámnesis” significa memoria, conmemoración, recuerdo. Todas las fiestas se celebran en las tres dimensiones del tiempo: ayer, hoy y mañana. Por ejemplo, Navidad: Cristo hace dos mil años, viene hoy a nosotros (por la Iglesia, por la conversión... ), volverá algún día...

A lo largo del año
No cabe aquí detallar cada una de las fiestas o de los tiempos litúrgicos. Nos conformaremos con subrayar lo esencial de cada uno.

¿Cuándo comienza y termina el año litúrgico?
          El año litúrgico tiene una estructura que distribuye y articula las celebraciones de la comunidad cristiana, siguiendo unos períodos de tiempos variables, según su situación en el año o ligados a determinadas fechas del calendario, es decir propio del Tiempo y Santoral.
          El año litúrgico consta de tres ciclos temporales: Pascua, Navidad y Tiempo Ordinario, y de un conjunto de solemnidades y de fiestas del Señor, de la Virgen María y de los Santos.

Evolución histórica del año litúrgico
          En los comienzos, la liturgia cristiana sólo celebraba el domingo como memorial de la resurrección de Jesucristo, sin más denominaciones que la del día del Señor. Casi al mismo tiempo, surgió cada año un gran domingo como celebración anual de la Pascua, que se ampliaría al Triduo Pascual, con una prolongación de la fiesta durante cincuenta días. La Pascua fue el centro vital de la predicación, de la celebración y de la vida cristiana: el culto de la Iglesia nació dela Pascua y para celebrar la Pascua.
          Durante los primeros siglos, por la exigencia de preparar a los bautizados para los sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), y la incorporación de los penitentes a la comunión en la Iglesia en la mañana del Jueves Santo, se estableció un tiempo más extenso para prepararse a la Pascua, basado en los cuarenta días o años de la Biblia, llamado Cuaresma.
          Constituido el ciclo pascual, se estructuró en el siglo IV el ciclo de Navidad. La ocasión fue la necesidad de apartar a los cristianos de las celebraciones paganas del sol invicto o invencible, que tenían lugar en el solsticio de invierno. Esta fiesta pagana inspiró a la Iglesia a celebrar el nacimiento y manifestación de Jesús, el verdadero Sol Invencible, y permitió afirmar así la auténtica fe en el misterio de la encarnación.
          Al final del siglo IV, como el ciclo pascual tenía una larga preparación, también se introdujo una preparación para la celebración del nacimiento de Jesús, y surgió así el tiempo de Adviento.
A los dos ciclos, Pascua y Navidad, acompañaron otras celebraciones: el culto de los mártires y la veneración de la Santísima Virgen María. Posteriormente, se hizo también memoria de los confesores, de los maestros espirituales, obispos, monjes y otros cristianos, que encarnaron en su vida el misterio pascual de Jesucristo (SC 104-111).

viernes, 8 de noviembre de 2013


                                                   
L0S SACRAMENTOS DE 
LA INICIACION CRISTIANA
Sacramento de la 
Eucaristía o Comunión
271. ¿Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna. (Catecismo de la Iglesia Católica #1322-1323-1409)

272. ¿Cuándo instituyó Jesucristo la Eucaristía?
Jesucristo instituyó la Eucaristía el Jueves Santo, «la noche en que fue entregado» (1 Co 11, 23), mientras celebraba con sus Apóstoles la Última Cena. (Catecismo de la Iglesia Católica #1323-1337-1340 )
273. ¿Cómo instituyó la Eucaristía?
Después de reunirse con los Apóstoles en el Cenáculo, Jesús tomó en sus manos el pan, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros». Después tomó en sus manos el cáliz con el vino y les dijo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía». (Catecismo de la Iglesia Católica #1337-1340-1365, 1406)
274. ¿Qué representa la Eucaristía en la vida de la Iglesia?
La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la comunión en la vida divina y la unidad del Pueblo de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna. (Catecismo de la Iglesia Católica #1324-1327-1407)
275. ¿Qué nombres recibe este sacramento?
La inagotable riqueza de este sacramento se expresa con diversos nombres, que evocan sus aspectos particulares. Los más comunes son: Eucaristía, Santa Misa, Cena del Señor, Fracción del Pan, Celebración Eucarística, Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, Santo Sacrificio, Santa y Divina Liturgia, Santos Misterios, Santísimo Sacramento del Altar, Sagrada Comunión. (Catecismo de la Iglesia Católica #1328-1332 )
276. ¿Qué lugar ocupa la Eucaristía en el designio divino de salvación?
En la Antigua Alianza, la Eucaristía fue anunciada sobre todo en la cena pascual, celebrada cada año por los judíos con panes ázimos, como recuerdo de la salida apresurada y liberadora de Egipto. Jesús la anunció en sus enseñanzas y la instituyó celebrando con los Apóstoles la Última Cena durante un banquete pascual. La Iglesia, fiel al mandato del Señor: «Haced esto en memoria mía» (1 Co 11, 24), ha celebrado siempre la Eucaristía, especialmente el domingo, día de la resurrección de Jesús. (Catecismo de la Iglesia Católica #1333-1334)
277. ¿Cómo se desarrolla la celebración de la Eucaristía?
La celebración eucarística se desarrolla en dos grandes momentos, que forman un solo acto de culto: la liturgia de la Palabra, que comprende la proclamación y la escucha de la Palabra de Dios; y la liturgia eucarística, que comprende la presentación del pan y del vino, la anáfora o plegaria eucarística, con las palabras de la consagración, y la comunión. (Catecismo de la Iglesia Católica #1345-1355-1408)
278. ¿Quién es el ministro de la celebración de la Eucaristía?
El ministro de la celebración de la Eucaristía es el sacerdote (obispo o presbítero), válidamente ordenado, que actúa en la persona de Cristo Cabeza y en nombre de la Iglesia. (Catecismo de la Iglesia Católica #1348-1411)
279. ¿Cuáles son los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía?
Los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía son el pan de trigo y el vino de vid. (Catecismo de la Iglesia Católica #1412)
280. ¿En qué sentido la Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo?
La Eucaristía es memorial del sacrificio de Cristo, en el sentido de que hace presente y actual el sacrificio que Cristo ha ofrecido al Padre, una vez por todas, sobre la Cruz en favor de la humanidad. El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las mismas palabras de la institución: «Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros» y «Este cáliz es la nueva alianza en mi Sangre que se derrama por vosotros» (Lc 22, 19-20). El sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio. Son idénticas la víctima y el oferente, y sólo es distinto el modo de ofrecerse: de manera cruenta en la cruz, incruenta en la Eucaristía. (Catecismo de la Iglesia Católica #1362-1367 )
281. ¿De qué modo la Iglesia participa del Sacrificio eucarístico?
En la Eucaristía, el sacrificio de Cristo se hace también sacrificio de los miembros de su Cuerpo. La vida de los fieles, su alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de Cristo. En cuanto sacrificio, la Eucaristía se ofrece también por todos los fieles, vivos y difuntos, en reparación de los pecados de todos los hombres y para obtener de Dios beneficios espirituales y temporales. También la Iglesia del cielo está unida a la ofrenda de Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica #1368-1372-1414)
282. ¿Cómo está Jesucristo presente en la Eucaristía?
Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino. (Catecismo de la Iglesia Católica #1373-1375 1413)
283. ¿Qué significa transubstanciación?
Transubstanciación significa la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre. Esta conversión se opera en la plegaria eucarística con la consagración, mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo. Sin embargo, permanecen inalteradas las características sensibles del pan y del vino, esto es las «especies eucarísticas». (Catecismo de la Iglesia Católica #1376-1377-1413)
284. La fracción del pan, ¿divide a Cristo?
La fracción del pan no divide a Cristo: Él está presente todo e íntegro en cada especie eucarística y en cada una de sus partes. (Catecismo de la Iglesia Católica #1377)
285. ¿Cuánto dura la presencia eucarística de Cristo?
La presencia eucarística de Cristo continúa mientras subsistan las especies eucarísticas. (Catecismo de la Iglesia Católica #1377 )
286. ¿Qué tipo de culto se debe rendir al sacramento de la Eucaristía?
Al sacramento de la Eucaristía se le debe rendir el culto de latría, es decir la adoración reservada a Dios, tanto durante la celebración eucarística, como fuera de ella. La Iglesia, en efecto, conserva con la máxima diligencia las Hostias consagradas, las lleva a los enfermos y a otras personas imposibilitadas de participar en la Santa Misa, las presenta a la solemne adoración de los fieles, las lleva en procesión e invita a la frecuente visita y adoración del Santísimo Sacramento, reservado en el Sagrario. (Catecismo de la Iglesia Católica #1378-1381-1418)
287. ¿Por qué la Eucaristía es el banquete pascual?
La Eucaristía es el banquete pascual porque Cristo, realizando sacramentalmente su Pascua, nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como comida y bebida, y nos une con Él y entre nosotros en su sacrificio. (Catecismo de la Iglesia Católica #1382-1384-1391-1396).
288. ¿Qué significa el altar?
El altar es el símbolo de Cristo mismo, presente como víctima sacrificial (altar-sacrificio de la Cruz), y como alimento celestial que se nos da a nosotros (altar-mesa eucarística). (Catecismo de la Iglesia Católica #1383-1410)
289. ¿Cuándo obliga la Iglesia a participar de la Santa Misa?
La Iglesia establece que los fieles tienen obligación de participar de la Santa Misa todos los domingos y fiestas de precepto, y recomienda que se participe también en los demás días. (Catecismo de la Iglesia Católica #1389-1417)
290. ¿Cuándo se debe recibir la sagrada Comunión?
La Iglesia recomienda a los fieles que participan de la Santa Misa recibir también, con las debidas disposiciones, la sagrada Comunión, estableciendo la obligación de hacerlo al menos en Pascua. (Catecismo de la Iglesia Católica #1389 )
291. ¿Qué se requiere para recibir la sagrada Comunión?
Para recibir la sagrada Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia Católica y hallarse en gracia de Dios, es decir sin conciencia de pecado mortal. Quien es consciente de haber cometido un pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Son también importantes el espíritu de recogimiento y de oración, la observancia del ayuno prescrito por la Iglesia y la actitud corporal (gestos, vestimenta), en señal de respeto a Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica #1385-1389-1415)
292. ¿Cuáles son los frutos de la sagrada Comunión?
La sagrada Comunión acrecienta nuestra unión con Cristo y con su Iglesia, conserva y renueva la vida de la gracia, recibida en el Bautismo y la Confirmación y nos hace crecer en el amor al prójimo. Fortaleciéndonos en la caridad, nos perdona los pecados veniales y nos preserva de los pecados mortales para el futuro. (Catecismo de la Iglesia Católica #1391-1397-1416)
293. ¿Cuándo se puede administrar la sagrada Comunión a los otros cristianos?
Los ministros católicos administran lícitamente la sagrada Comunión a los miembros de las Iglesias orientales que no están en plena comunión con la Iglesia católica, siempre que éstos lo soliciten espontáneamente y tengan las debidas disposiciones.
Asimismo, los ministros católicos administran lícitamente la sagrada Comunión a los miembros de otras comunidades eclesiales que, en presencia de una grave necesidad, la pidan espontáneamente, estén bien dispuestos y manifiesten la fe católica respecto al sacramento. (Catecismo de la Iglesia Católica #1398-1401)
294. ¿Por qué se dice que la Eucaristía es «prenda de la gloria futura»?
La Eucaristía es prenda de la gloria futura porque nos colma de toda gracia y bendición del cielo, nos fortalece en la peregrinación de nuestra vida terrena y nos hace desear la vida eterna, uniéndonos a Cristo, sentado a la derecha del Padre, a la Iglesia del cielo, a la Santísima Virgen y a todos los santos. (Catecismo de la Iglesia Católica #1402-1405 )
«En la Eucaristía, nosotros partimos "un mismo pan que es remedio de inmortalidad, antídoto no para morir, sino para vivir en Jesucristo para siempre"» (San Ignacio de Antioquía).

(tomado del Compendio 
del Catecismo de la Iglesia Católica)




miércoles, 6 de noviembre de 2013

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DIOS TE HA LLAMADO A SERVIRLE Y DESDE AQUÍ PODRÁS RESPONDER SU LLAMADO 
solo debes tener entre 16 y 30 años de edad, no estar casado ni tener hijos.
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paz y bien